Son las 5:25 PM de hoy Lunes 24 de mayo del 2010 y tengo aproximadamente 25 minutos de estar viendo una maratónica más de ENLACE. Encendí el televisor con la ilusión de poder ver algún cambio; especialmente por las optimistas palabras del comité constituido por la FAEC que concluyó el documento con conceptos acerca del dar. (presentado en el Programa “Aquí entre nos” de ENLACE en días pasados).
Con profunda tristeza veo como una vez más el corazón del evangelio queda sepultado en medio de reuniones, palabrerías, documentos, folletos, comités y discusiones. Una vez más esta maratónica muestra que para ENLACE, lo que media entre Dios y la tragedia del ser humano no es Cristo y su sacrificio en la cruz sino el dinero. Una vez más hicieron gala de una perfeccionada capacidad para manipular los corazones a través de la necesidad humana; “tu familia que está mal”, “tu hijo que está lejos”, “tu matrimonio destruido”, etc. ¿Cuál es la forma propuesta para que esto se solucione? Debería ser que la luz de Cristo les alumbró el camino; Debería ser el poder de Dios a través de la presencia de su Espíritu; Debería ser el evangelio; Debería ser el arrepentimiento; Debería ser el perdón; Deberían ser las decisiones. Debería ser la Gracia de Dios. Pero lo que se señala es el dinero; “alguien tiene que levantarse”, “accese al pacto de Dios”, “haga un voto”, “ven al altar”, “muévete en fe”, “créele a Dios”, “no te quedes afuera”, “solo quedan algunos minutos”, “solo son 318… corra”, … ¿Qué significa todo esto? Ustedes lo saben tan bien como yo; Todo significa lo mismo: “trae una ofrenda de pacto para que Jehová Sabaoth guerree por ti…”; Todo se reduce a una cantidad de dinero que, desde su perspectiva, mueve la mano de Dios.
¿Cómo llegamos a este punto de descarrío? Creo que lo que llamamos “unidad” es en realidad debilidad. Creo que lo que llamamos “tolerancia” es en realidad cobardía. Creo que lo que llamamos “prosperidad” es en realidad “codicia”. Creo que lo que tenemos al frente es “otro evangelio”. Gálatas 1:6 Creo que muchos han cambiado su primogenitura por un plato de lentejas. Ya no estamos en el escenario de las suposiciones; el precio pagado hasta aquí ha sido alto; Una iglesia evangélica costarricense desacreditada y con crecimiento casi nulo; El oficio pastoral es solo superado negativamente por los prestamistas usureros; Una enorme cantidad de gente que ha salido lastimada en nuestras iglesias debido entre otras cosas a esta falsa teología de prosperidad.
¿Qué tendrá que ocurrir para que algo cambie? ¿Cómo podemos ser tan tercos y ciegos al mismo tiempo? Como en el canto de Vidal, espero que también se diga de nosotros como iglesia “no esta muerta, solo duerme”. Mi ruego a Dios es que nuestro despertar sea producto de un anhelo profundo de regresar a la sencillez del evangelio; La maravillosa noticia de que a pesar de nuestra bajeza el Hijo de Dios nos vino a buscar y a pagar el precio total de la deuda con el cielo; Y que por tanto, nuestra vida, nuestro tiempo, nuestros talentos, nuestros tesoros le pertenecen a El. Ninguno de nosotros ama más la Iglesia que aquel que la compró con su propia sangre; Por lo tanto no es posible que el se quede inmóvil ante lo que esta ocurriendo; De hecho no creo que hasta aquí solo haya estado como espectador. Quizá no hemos sido capaces de entender su visitación y llamado de atención. Quiero terminar estas líneas entendiendo que hay cosas que solo Dios puede cambiar. ¡Que una vez más el Señor entre a su casa a poner las cosas en orden!
Con Respeto. Ricardo Salazar
Pastor de la Comunidad Cristiana Vida Abundante
San José , Costa Rica Mayo 24, 2010
Fotografía: Unecessary Necessity por Markov (Deviantart)